Kepa Junkera junto a su trikitixa acompañada de extraños instrumentos vascos como la txalapartas y albotas y otros convencionales como las guitarras y percusiones, consiguió un sonido perfecto que cautivó el mágico ambiente.
La trikitixa (acordeón diatónico) del bilbaino sonó más cosmopolita que nunca en la presentación de su nuevo trabajo Hiri (Ciudad). Kepa Junkera regresa a los escenarios dos años después de la consecución del Grammy Latino al Mejor Album Folk por K y lo hace con un nuevo galardón por la canción Hiri, ganadora de Los Premio de La Música 2007.
En el escenario del Auditori de la Mediterrànea se pudo descubrir las múltiples influencias y ritmos de los que se ha ido enriqueciendo Kepa, desde Italia a los Balcanes, Brasil, Canarias, Asturias, Cataluña y, como no podía ser menos, de su querida Euskadi.
La triki de Kepa sonó más viajera y cosmopolita que nunca, alimentada por numerosos viajes, escenarios y estudios de grabación donde ha trabajado junto a Oskorri, Béla Fleck, Pat Metheny, Phil Cunningham, Liam O´Flynn o La Bottine Souriante.